En esta vida hay para todo un momento, así como visiones,
creencias, culturas y sueños. No podemos dejar a un lado los pensamientos, los
deseos de lo más profundo. Esos que se esconden entre los defectos más grandes
del carácter, esperando el momento oportuno para así ser ejecutados y en otros
casos callados. Sea cual sea el caso, estos operan en lo profundo y le dan forma a las decisiones. También se encuentran estos recuerdos que con sigo
traen heridas. Son los mismos que se encargan de apartar de las miradas para
así correr a lo solitario a lamerse las heridas.
Hay tanto que conocer en una persona y tan poco tiempo en
esta vida. Tantos matices, caras, inclusive juicios. Alguno de estos juicios
ciertos y otros falsos. No obstante al final solo quedan las consecuencias de estas
decisiones, el arrepentimiento en alguno de los casos y la curiosidad si aun esta el anhelo de por medio. No podría quedar fuera uno de los principales de
esta orquestra de la vida, ya que desde que nacimos es reflejo de
supervivencia; en ocasiones es bueno, pero en la mayoría de los casos el
causante de grandes pérdidas, el miedo.